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¿Se muere el retuit? ¿Retuiteas o compartes?

¿Se muere el retuit? ¿Retuiteas o compartes?

Si antes apostaban por la diferencia como seña de identidad, ahora las redes sociales parecen inmersas en un viaje hacia la semejanza, como paso previo ¿a la igualdad?, ¿a la confusión?

Escribir un post hablando de Twitter, Facebook o Instagram se está convirtiendo en un deporte de riesgo porque, antes de que hayas llegado al punto y final, los señores que tejen estas redes sociales pueden haber implementado una nueva modificación que te deje tal que “con el culo al aire” (y perdón por la expresión), pero cada vez resulta más difícil saber dónde estás.

Lo de que Twitter empieza a ser un clon de Facebook ya lo están experimentado algunos tuiteros de lo más granado del mundo mundial, como la Primera Dama de los EEUU, y otros notorios ejemplos que han estado dando vueltas por el timeline en estos días. Así que ya podemos ir tomando medidas de los píxeles de rigor para ir poniendo nuestros perfiles en consonancia, no vaya a ser que nos quede un vacío de cabecera como la copa de un pino.

Por si esta fuera poca tribulación, la rumorología tuitera lleva unas semanas como loca anunciando el ¿hipotético?, ¿posible?, ¿anunciado? fin del RT (retweet o retuit). Si se confirman los peores presagios, ¿qué será de los retuiteadores compulsivos? ¿Por cuánto tiempo quedaremos desnortados? ¿Qué podremos hacer ahora?

Las respuestas a todas estas incógnitas no hace falta buscarlas en Cuarto Milenio (#CuartoMilenio), que acaba de arrasar con su programa de la autopsia a Jesucristo como aperitivo a la programación de Semana Santa. ¡Ahí lo dejamos!

No, no hay que ir al más allá. Basta con mirar al vecino del pulgar levantado (¿una premonición de su triunfo?), a Facebook, para darnos cuenta de que el “retuit” va a dar paso al “compartir” (retweet for share) y ¡todos tan contentos!

En este camino de tribulaciones, la que antes era la red de las palabras por excelencia, contaditas, eso sí, con límite a los 140 (caracteres), nuestro Twitter del alma, ahora nos dicen que no, que ellos son más de imágenes, que valen más que mil palabras, y resulta que vamos a poder tuitear con ¡hasta 4 fotos! Vamos, que en 10 tuits explicamos, ilustradas, nuestras vacaciones de Semana Santa y nos quedamos tan anchos.

Bueno, algunas marcas estarán contentas porque podrán mostrarnos sus productos en cuatro posiciones distintas. El Kamasutra debió empezar así y ya sabéis todos cómo acabó (¡al final se casan!).

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¿Qué será lo próximo? ¿Alguien ha echado una maldición sobre los Community Manager? En menos de lo que cambia una red, el pobre CM ha pasado de ser un autodidacta enredado, a ser la profesión demandada, envidiada y tal y tal, para volver a ser el eterno principiante, como un becario a perpetuidad, que antes de tener algo claro, controlado y medido, ya tiene que cambiar los parámetros porque “donde dije digo digo diego” y ¡vuelta a empezar!

A todo esto, ni hemos mencionado las nuevas cifras que nos muestra desde hace algunos días Google+, con las que parece que nuestros perfiles tienen más visitas que la NASA en hora punta, y te pones por encima de 100.000 en menos de lo que tarda un Red Bull, léase ahora Mercedes, en hacer un pit stop.

Y, como todavía nadie ha desmentido que las infografías molan, nos viene aquí como anillo al dedo evocar la que recientemente ha publicado el servicial HootSuite, coincidiendo con el ansiado regreso de Juego de Tronos (al menos para unos cuantos millones de personas), como acompañamiento a su ilustrado vídeo (nos gustó tanto que hasta nos lo llevamos a nuestra página de Facebook, donde se aprecia claramente que nada es lo que parece, que hay muchas pasiones ocultas entre los Señores de la Guerra de las Redes Sociales y que todavía quedan muchas batallas por lidiar.

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¡Ups! ¿Dónde está el botón que tenía abajo, a la derecha? ¡Ya nos lo han cambiado!

¡Ah! Y luego vendrá eso de la publicidad en Twitter, por lo que tocará escribir un post sobre Twitter Ads y ver si aquí van por libre o siguen los pasos de su antecesor.