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Acerca del Pensamiento Lateral

Acerca del Pensamiento Lateral

Desnudarnos de prejuicios y vestirnos de curiosidad es el camino para ser creativos en lugar de jugar a serlo.

El término lo acuñó Edward de Bono en su obra “El Pensamiento lateral. Manual de creatividad” en el año 1970. Desde entonces, pensamiento lateral y creatividad se entrelazan, confundiéndose y, en ocasiones, confundiendo.

Una definición: “El pensamiento lateral es una manera de afrontar situaciones problemáticas o desafíos buscando enfoques alternativos a los que podríamos considerar como obvios o inmediatos.”

Simplificando mucho, las técnicas de pensamiento lateral están encaminadas a dos tareas principales: por un lado, a arrancarnos de lo obvio, de lo primero, de lo que mecánicamente nos viene a la cabeza cuando nos plantean un problema. Por otro, busca ampliar nuestro “árbol de posibilidades” para enriquecer nuestro abanico de alternativas.

Sin quitarle a Edward de Bono el mérito que merece, no es difícil encontrar conceptos muy similares en entornos francamente insospechados y muy anteriores a él. Veamos un ejemplo:

sombrero

Probablemente hayas reconocido el famoso dibujo de “El Principito” -si no lo has leído, te recomendamos fervientemente que lo hagas-. Volviendo al dibujo, la mayoría de nosotros ve un sombrero, pero un sombrero “raro”. No nos quedamos plenamente satisfechos con nuestra conclusión. Sin embargo, a pesar de esa sensación, probablemente volveríamos una y otra vez a la misma idea: un sombrero.

Solamente cuando vemos la sencilla realidad que esconde el dibujo exclamamos: “¡Ah! Ahora sí.” Y nos sorprendemos de lo lejos que estábamos de la respuesta.

boa_elefante

El pensamiento del niño tiene algo de lo que carece el nuestro – el del adulto-: es directo y descomplicado. Lo que para nosotros es “creativo” para el niño es “normal” y lo que para nosotros es “normal” para el niño es “complicado”. En ocasiones, “descomplicarnos”, olvidarnos de las consecuencias y las proyecciones de un problema, para centrarnos solamente en la esencia desnuda del mismo, puede ayudarnos a resolverlo.

Hay muchos libros que nos muestran ejercicios prácticos con los que “entrenar el pensamiento lateral”. Si es cierto que el pensamiento lateral se puede entrenar, en cuanto a herramienta para construir razonamientos creativos, nosotros te recomendamos que resuelvas el jeroglífico diario del periódico. En cualquier caso, no hay mejor entrenamiento para aportar creatividad que desarrollar la capacidad de observación, la curiosidad. Y eso, más que una lista de ejercicios, es una actitud vital. No olvidemos que hace casi 2.500 años, un griego de Mileto ya se hizo la pregunta: “Debe de haber otra explicación…”