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Creatividad y hemisferios cerebrales son conceptos relacionados

Creatividad y hemisferios cerebrales son conceptos relacionados

La creencia generalizada de que el hemisferio derecho de nuestro cerebro es el responsable de la creatividad se ha visto cuestionada en recientes estudios que muestran la influencia de ambos hemisferios en el proceso creativo.

Dos conceptos, creatividad y hemisferios cerebrales, suelen ser objeto de debate cuando se analiza la relación que presentan entre sí; ¿cuál es la parte creativa del cerebro? Hasta hace poco, gran parte de la comunidad científica defendía, sin el más mínimo atisbo de duda, que tu parte imaginativa radicaba en el hemisferio derecho.

Sin embargo, el mito del hemisferio derecho del cerebro y la creatividad se ha visto cuestionado. Estudios recientes avalan la teoría de que es la interacción entre ambos hemisferios cerebrales la responsable de las magníficas, innovadoras y sorprendentes ideas que pueden surgir de tu cabeza en un momento determinado.

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Por lo tanto, resulta que el hemisferio que todos considerábamos el aburrido, el izquierdo, tiene mucho más peso del que pensábamos en los procesos creativos. Hasta ahora, lo responsabilizábamos del razonamiento matemático, pero, por lo que parece, cuando haces cosas como inventar, desafiar el orden, alterar las rutinas, entusiasmarte o dar una vuelta de tuerca a conceptos tradicionales, también necesitas de la parte zurda de tu cerebro para conseguirlo.

Función de cada hemisferio

Muchas investigaciones científicas que se han venido realizando a lo largo de los últimos 25 años han demostrado diferencias significativas en las capacidades mentales de los dos hemisferios del cerebro y han generado muchas preguntas: ¿cuál es la función y qué controla el hemisferio izquierdo del cerebro?, ¿cuáles son las características del hemisferio derecho?, ¿existe una bifuncionalidad de los hemisferios cerebrales entre lo lógico y lo creativo, actuando como polos opuestos del cerebro?

Todo partió de la premisa que el izquierdo se identificó como el origen del razonamiento lógico, analítico, cuantitativo, racional y verbal, mientras que el derecho se reveló como el conceptual, holístico, intuitivo, imaginativo y no verbal. De esta forma, nació una dicotomía clásica que ha calado de manera profunda en la sociedad.

Es así como se ha popularizado la noción de procesamiento mental del hemisferio izquierdo frente al concepto que tenemos de cómo lo procesa el derecho. Sin embargo, los avances más recientes han demostrado que la creatividad no sería posible sin un equilibrio y una cooperación entre ambos lados cerebrales.

Lluvia de ideas

Esos enfoques innovadores que, por ejemplo, te surgen después de una lluvia de ideas con tus compañeros de trabajo, no serían posibles si no consiguieses combinar la capacidad analítica con la intuitiva y la racional con la imaginativa.

El resultado, avances científicos, organizativos o estéticos que facilitan y mejoran la vida de muchas personas gracias al trabajo conjunto de mentes analíticas y capaces de idear nuevas soluciones a problemas antiguos.

La creatividad, según los indicios más recientes, es un proceso mental que utiliza todas las capacidades especializadas del cerebro. Es decir, a la hora de alumbrar una idea, tu cerebro se vuelca de forma completa en establecer relaciones, razonar, intuir, conceptualizar y reformular.

Ten en cuenta que la creatividad ha sido una de las claves de la innovación y el progreso humano a lo largo de los siglos. No es de extrañar que nuestra cabeza ponga toda su energía en este proceso.

El cerebro

El cerebro es la parte de nuestro organismo que genera las ideas. Ahora bien, el proceso mediante el cual se genera una idea tiene varias fases. La intuición que aparece en tu mente y parece resolver un problema puede ser visualizada, integrada con otras ideas y, finalmente, desarrollada como una posible solución. El responsable de esta parte del proceso es el hemisferio derecho.

Ahora bien, pasar a la acción, con una estrategia basada en esa posible solución requiere diferentes procesos mentales especializados que se ubican en el hemisferio izquierdo. El diagnóstico de la solución propuesta, para determinar si resuelve el problema real, hace uso de tus procesos racionales de análisis y lógica.

Es ahí donde te adentras en la siguiente etapa de la creatividad, la de secuenciar, en tiempo y procedimientos, la puesta en marcha de la solución que has ideado. Dado que el hemisferio derecho y el izquierdo están interconectados a través del cuerpo calloso, no solo es posible, sino también muy probable, que si eres una persona creativa, puedas activar las conexiones y la interacción entre los dos hemisferios para conseguir una solución práctica a un problema real.

Si el hemisferio derecho estuviera desconectado del izquierdo y limitado a sus propios modos de pensamiento, podría ser relegado a soluciones de fantasía, de sueños utópicos. El hemisferio izquierdo ayuda a mantener el cerebro en el camino de las propuestas realistas.

La creatividad y los cuadrantes cerebrales

La creatividad es un proceso complejo. El cerebro es un órgano electroquímico que funciona sobre la base de la actividad neuronal que ocurre en la corteza cerebral.
Según múltiples investigaciones, existen cuatro cuadrantes cerebrales que decantan el comportamiento de cada persona. Dos de ellos son el hemisferio izquierdo y el derecho. Los otros dos son la mitad izquierda y derecha del sistema límbico.

El sistema límbico es un complejo bilateral de estructuras que se ocupan de procesos tales como la memoria, la emoción, la secuencia, el tiempo y las respuestas sensoriales. Los principales elementos límbicos, cada uno con su propia corteza, son el hipocampo, el tálamo y la amígdala.

Es ahí donde entra en juego el modelo de los cuatro cuadrantes cerebrales. Partiendo de él, es posible desarrollar modelos relacionados que definen el tipo y nivel de creatividad de cada persona.

Por otro lado, la descripción más comprensible del proceso creativo consta de seis fases: interés, preparación, incubación, iluminación, verificación y aplicación. Cada paso de este proceso tiene sus propias ondas cerebrales características.

Desde una perspectiva del cerebro, el proceso creativo se puede diagnosticar de la siguiente manera: interés (izquierda y derecha), preparación (izquierda), incubación (derecha), iluminación (derecha), verificación (izquierda), aplicación (izquierda y derecha). Es un proceso equilibrado: cuatro “izquierdas” y cuatro “derechas”.

Importancia del equilibrio

Para aprovechar las diferencias entre tipos de creatividad, es conveniente que los equipos creativos mantengan un equilibrio. Los formados solo por personas con una preponderancia del hemisferio derecho pueden llegar, a menudo, a conclusiones precipitadas, encontrar soluciones inadecuadas o ambas cosas.

Por eso, un buen equipo debe contar con personas que piensen de manera de diferente y miren los temas con diferentes enfoques, desde diferentes ángulos y con una capacidad de análisis variada.

En resumen, la interacción entre ambos hemisferios cerebrales y el pensamiento creativo están estrechamente ligados. Además, el papel del hemisferio derecho es esencial para el proceso creativo, pero proporciona solo una cuarta parte del pensamiento necesario. También necesitas el hemisferio izquierdo y las dos mitades del sistema límbico para optimizar la producción creativa. Y los equipos con equilibrio de pensamiento son claramente los más creativos y productivos.

Referencias: